Pilotos que han lucido los colores de un determinado club, y futbolistas que se han dejado ver sobre dos ruedas.
Hoy nos saldremos un poco del guion para crear un crossover entre la temática de nuestra web y uno de los deportes más populares del mundo: el fútbol.
El football es un deporte que genera mucho ruido mediático a su alrededor. Los resultados suelen abrir los informativos y los partidos más destacados también generan muchas expectativas, con un impacto también en las apuestas que intentan crear controversia sobre quién es el favorito. Una categorización que muchas veces genera debates y estrategias en boca de los entrenadores.
Aunque pueda no parecerlo a priori, existen muchos vínculos entre el mundo del motor a dos ruedas y el deporte rey. Con pilotos que han hablado abiertamente de su pasión por el fútbol, y deportistas que también han hecho público su amor por la velocidad. Dentro del primer grupo, uno de los ejemplos más llamativos es el de Jorge Lorenzo. Quien fuera campeón del mundo en tres ocasiones -Moto GP- ha competido en más de una ocasión con los colores del FC Barcelona. También se le ha podido ver muchísimas veces en las gradas del Camp Nou, o visitando el museo del club, donde dejó su firma en el libro de honor del centro.
Si le damos la vuelta a la tortilla, también hay jugadores de fútbol que han verbalizado o demostrado su amor por el motociclismo. La proximidad del Circuito de Cataluña con la ciudad de Barcelona ha generado que muchos jugadores o ex jugadores del Barça también hayan visitado este templo del motor. Lo suelen hacer cuando hay carreras, dando vueltas por el paddock y conversando con los pilotos. Dos de los jugadores más influyentes de la historia blaugrana, como son Andrés Iniesta y Xavi Hernández, se han dejado ver por la zona cuando se han disputado carreras.
La relación contractual que existe entre los principales clubs del mundo y sus estrellas suele marcar límites en lo que se refiere al comportamiento fuera de los terrenos de juego. En muchos casos, tienen limitado su acceso a los vehículos de dos ruedas, una herramienta para evitar posibles accidentes o percances que puedan limitar su rendimiento a lo largo de la temporada. Aun así, encontramos algunas excepciones, y hemos podido ver jugadores en activo circulando en motocicletas. El atacante del AC Milan, Zlatan Ibrahimovic, dispone de varios vehículos en propiedad. Uno de ellos es una Harley-Davidson modificada en color negro. El jugador ha compartido el vehículo a través de sus redes sociales en una muestra de amor por la conducción.
Si entramos en el campo de los jugadores que ya se han retirado de la vida profesional, hay ejemplos como los de los porteros Iker Casillas o Santiago Cañizares. Ambos también han compartido fotografías en sus redes donde se les puede ver haciendo proselitismo de la conducción sobre dos ruedas.
Si nos ubicamos sobre la línea central del terreno de juego, destacan Xabi Alonso y David Beckham. En el caso del español, se compró una BMW totalmente personalizada cuando decidió colgar las botas de forma definitiva; un símbolo bastante explícito que dejaba entrever que empezaba una nueva vida. Como hemos hecho referencia anteriormente, los códigos internos de los clubs no lo permiten, y esta instantánea fue interpretada como un símbolo de liberación personal. Con relación al mito inglés, es un ferviente apasionado de la marca inglesa Triumph, y ostenta el modelo Bonneville T120, entre otras piezas de coleccionista. El ex jugador del Madrid y Manchester United también ha compartido diversas instantáneas en redes donde se le puede ver conduciendo esta espectacular motocicleta.
Finalmente, es necesario hablar de uno de los casos más curiosos que se han vivido en la última década, y también uno de los más mediáticos. El ex jugador del FC Barcelona, Gerard Piqué, es propietario de una bicicleta que parece más un ciclomotor que un vehículo que demanda tracción física. El central de la Bonanova ya llegó en 2018 a un entrenamiento conduciendo este excéntrico medio de transporte. Pero cuando realmente se viralizó el caso fue en el 2020, cuando Piqué llegó al Camp Nou conduciendo a una velocidad altísima. Y no era un partido cualquiera, ya que era un derbi ante el Espanyol, el rival ciudadano del club. Fue un movimiento que no dejó indiferente a nadie, y un ejemplo que demuestra que también tiene un cariño especial por las dos ruedas.