Te compartimos información vital acerca de los frenos de tu moto

670

Los frenos de tu moto son un elemento vital para tu seguridad, de ahí la importancia de mantenerlos siempre en buen estado. Es normal que estos se vayan desgastando al pasar del tiempo, ya que el funcionamiento de estos es mediante fricción.

Consejos vitales para mantener en buen estado

los frenos de tu moto

Los frenos de tu moto
Los frenos de tu moto

1: Evita usar los frenos de la moto demasiadas veces de manera brusca o constante les produce mucho daño y sobre calentamiento. Por lo mismo, cuando se trate de adecuar la velocidad intenta hacerlo con el cambio de marcha, sobre todo en descensos prolongados (puertos de montaña).

2: Rueda las pastillas de freno cuando estén nuevas, esta práctica se realiza al hacer frenadas suaves durante los primeros kilómetros. Con esto consigues que la superficie de la pastilla se adapte perfectamente a la del disco.

3: Comprueba el nivel de aceite, esta es una de las operaciones mas básicas en el mundo de la moto y en muchos casos lo puedes ver a través de un ojo de buey instalado en el cárter o en el depósito del aceite.

Los frenos de tu moto
Los frenos de tu moto

En caso de necesitar rellenar, tendremos que seguir las instrucciones incluidas en el manual de la moto. Ahí nos deberían indicar el tipo de aceite a utilizar. Pero siempre hay que tener cuidado de no rebasar el máximo indicado.

4: Revisa el desgaste de las balatas, de la parte delantera como trasera. Si es mayor al límite que indica el fabricante, aproximadamente 2 milímetros, lo más recomendable es hacer el cambio de balatas lo antes posible.

Si realizas el cambio, no conduzcas de forma inmediata tu motocicleta, antes gira la rueda, revisa que se mueva libremente y presiona la palanca de freno, repitiendo el proceso varias veces, esto con el fin de que el líquido de frenos circule libremente.

Los frenos de tu moto
Los frenos de tu moto

5: Date oportunidad para dejar discos, pastillas y pinzas bien limpias cuando laves tu moto. Puedes rociar pinzas y discos con desengrasante y aclararlos bien con abundante agua. Luego sécalos con papel o, mejor, con aire a presión y luego con papel. Si quieres ir más allá puedes usar un producto específico para la limpieza de superficies de contacto.